DE SAFARI EN KENIA

Estás a punto de entrar a la cuna de la vida y encontrarte frente a frente con la belleza del reino animal. Llega con los ojos y el corazón abiertos porque verás lo imponente y frágil que puede ser la naturaleza salvaje.

- JESSICA MORENO

La sabana es un universo de contrastes, por un lado, es muy cálida, serena y dispuesta a regalarte los atardeceres más hermosos del planeta, y por otro, es emocionante, cruda y sin miedo a mostrarte escenas gráficas de la supervivencia del más fuerte. A primera vista, parecería que no pasa nada en estas postales de territorio plano e inmenso, pero siempre hay una escena de acción desarrollándose en alguna parte, y tu misión en esta travesía será agudizar la vista para capturar esos momentos de agitación, pues sus habitantes conviven en armonía gran parte del tiempo… a menos que a alguno le dé hambre y salga a cazar. Estos picos de exaltación se compensan con la absoluta paz que transmite observar animales cuidando de sus pequeños, la pasividad con la que andan, la curiosidad con la que te miran y, con riesgo de sonar a cliché, el maravilloso ciclo de la vida que se despliega ante ti.

En un mismo día puedes ver manadas de elefantes, leones apareándose, avestruces bailando, jabalís corriendo por doquier o uno que otro dik-dik observándote con sus hermosos ojos gigantes. ¡Nunca sabes lo que te espera y he ahí la belleza de esta aventura: única e irrepetible para cada viajero!

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