Jugando Con Fuego

Están comprometidos con otras personas, pero la atracción los incita a buscarse y acercarse, poco a poco, a la tentación.

- Pilar Portocarrero

Ambos se observaban esperando que el otro continuara la con-versación, pero ninguno sabía qué decir a pesar de los mu-chos temas que debían tocar. Era la última entrevista que Inés tenía como parte del proceso de selección de la exportadora de alimentos en la que se había postulado para convertirse en la asistente del gerente general. Por lo general, era desenvuelta y estaba preparada para llevar cualquier tipo de plática, y sabía cómo salir airosa de situaciones difíciles, pero en ese momento su mente estaba en blanco y por primera vez sintió que le transpiraban las palmas de las manos.

—¿Qué me está pasando? —se preguntó desesperada. Y es que en realidad se estaba jugando el empleo que tanto había deseado y por el que había peleado entre más de 400 aspirantes.

Ahora solo quedaban tres y el señor Romero seleccionaría a su mano derecha. La paga era buena e incluía dinero extra cuando salieran de viaje de negocios; además, estar en un puesto gerencial era un avance para su carrera de secretaria ejecutiva.

—Muchas veces trabajamos horas extra —dijo de pronto Mariano, rompiendo el silencio incómodo que se había dado entre ellos.

—Estoy enterada, señor, y no hay problema —respondió sonriente.

—Por supuesto que se te pagará...

—Me comentaron que es la política de la empresa y que cuidan a sus empleados.

—Son nuestros colaboradores y nos gusta que estén contentos —agregó Mariano.