UN VIAJE, DOS AVENTURAS

En los extremos del famoso Golden Gate en San Francisco es posible disfrutar de polos opuestos: del caos y la efervescencia de la gran ciudad, o la calma del aire campestre. Ir y venir de un lado a otro del puente genera una experiencia completa en este célebre rincón de California.

- MONICA ISABEL PEREZ

1 LA TRAVESÍA COMIENZA EN EL SUR

San Francisco es una de las ciudades californianas más emocionantes –no sólo por sus highlights históricos, como el propio Golden Gate o la vieja cárcel de Alcatraz, que desde los años 70 es uno de los museos más populares del lugar, pues ahí cumplieron sus condenas personajes que ya son parte de la cultura pop, como Al Capone–, sino también por su oferta de arte y por sus bares y restaurantes siempre en tendencia.

A lo anterior hay que sumar que es un destino rodeado de atractivos naturales que permiten day-trips magníficos. De modo que la ciudad más techie de Estados Unidos (recordemos que gran parte de sus habitantes son quienes dan forma al famoso Silicon Valley) tiene atractivos para todo tipo de viajeros, ya sean foodies, amantes del arte o de las travesías en la naturaleza.

PRIMERA PARADA

UNA ESTANCIA EN EL CENTRO DE TODO

El Hotel Nikko San Francisco está en pleno centro. Las suites ofrecen una vista completa de los alrededores, donde el mar y la neblina se descubren entre múltiples edificios. Si viajas con mascotas, este es el lugar definitivo para hospedarte. Y también lo es si te gusta la comida japonesa: su restaurante Anzu, frecuentado por locales, se especializa en gastronomía nipona con un toque de influencia californiana. Recomendamos su sopa udon con hongos shiitake.

SEGUNDA PARADA