MUJERES CON UNA MISIÓN

Hayley Atwell y Pom Klementieff nos cuentan en exclusiva cómo se prepararon para la película Misión imposible: Sentencia mortal, parte 1, junto a Tom Cruise.

- ALBERTO ROJAS EGUILUZ

Cuando salió la primera película de Misión imposible, Hayley Atwell tenía 14 años y Pom Klementieff sólo 10. En ese entonces Tom Cruise no sabía que produciría una franquicia que duraría 27 años (y que seguirá vigente), y estas dos actrices europeas apenas soñaban con aparecer en algún filme o en obras de teatro.

Ahora que Hayley y Pom coincidieron en el set de la espectacular cinta Misión imposible: Sentencia mortal, parte 1, nos damos cuenta de que sus orígenes no podían ser más distintos.

Pom es modelo y actriz, hija de padre francés y madre coreana, y por el trabajo de su papá (quien era diplomático) viajó mucho durante sus primeros años de vida y cultivó una especie de "alma gitana", como ella misma define. Por otro lado, Hayley nació en Inglaterra y tuvo una infancia que la encaminó hacia su pasión: el teatro. "Recuerdo que cuando iba al teatro con mi mamá y las luces se apagaban, algo muy especial ocurría: el grupo de gente con el que yo estaba emprendía un viaje guiado por el grupo del escenario", nos dice Hayley en exclusiva. "Mi mente, al serretada, se expandía y me conectaba a nivel emocional con lo que veía, allí había un sentido de vida cautivador".

Sin embargo, Pom tuvo un acercamiento muy distinto a la actuación. "Vivía en el campo y debía tomar el tren para ver películas en pantalla grande, eran filmes muy artísticos y hermosos, y eso me inspiró; soñaba con trabajar un día en la industria, pero no necesariamente como actriz, me encantaba la sensación que me provocaban esos filmes", recuerda la intérprete francesa.