El sabor al punto

La vida se vuelve cada vez más especializada,y el mundo del café no es la excepción.

- Raquel del Castillo

Entre los productores y el barista hay un personaje que poco sale a la luz: el tostador. Él es el complemento de la tríada perfecta para obtener un buen resultado en la taza. Los tostadores se encargan de darle al grano verde la mejor expresión que a su juicio debería tener. Ejecutan una receta con ayuda del control de la temperatura, el conocimiento de la cereza a tostar y un criterio que van formando con el tiempo y la experiencia. Ellos son la nueva generación que busca en el café un estilo de vida y un oficio para sentirse satisfecho y feliz.

SANTIAGO SOTA (DRIP Y OLGA CAFÉ)

Con background en periodismo deportivo y marketing, él es de los afortunados en trabajar en lo que le gusta: el café. En 2012, en San Francisco, conoció la primera taza que le impresionó, preparada con un grano de Kenia. La cafeína siempre ha estado presente en su vida —de una u otra forma—. Nos cuenta que a su papá le gusta combinar en la leche del cereal un poco de café instantáneo, tal vez esta escena con la bebida sea uno de sus recuerdos más viejos.

Su aventura cafetera se llama Drip, una barra de especialidad que nació hace cuatro años después de tomar cursos en México y Estados Unidos, además de probar y probar café. Con el tiempo, a su negocio le integró una tostadora porque entiende la complejidad del café comparable a la que puede haber en una copa de vino. Así como hay cerveza artesanal e industrial, hay café de especialidad y commodity. Nosotros buscamos tener en cada infusión una oportunidad diferente, que no se trate sólo de beber café por la necesidad de cafeína por la mañana, sino de encontrar sabores y aromas que rompan con la rutina.