Luis de LLano: "Todos los políticos son generación Timbiriche".

Para muchos, el nombre de Luis de Llano resulta indispensable a la hora de narrar la evolución de la televisión moderna y los fenómenos musicales más relevantes de los últimos 40 años. En exclusiva para la Revista Líder México, el afamado productor compartió algunas de las anécdotas que incluye su reciente libro "Los expedientes secretos del Pop".

 

- Jesús Daniel Alarcón Ojeda

A los 17 años inició como técnico y operador en una estación de televisión en Texas y, a partir de ese momento, el nombre de Luis de Llano se convirtió en sinónimo de perseverancia y éxito en el universo de los espectáculos mexicanos. A pesar de ser parte de una dinastía, Luis forjó su propio camino al ser el creador de algunos de los conceptos musicales y televisivos más grandes de la historia; mismos que fueron, son y seguramente serán parte de la cultura popular de México.

“Llega un momento en tu vida en que, después de muchos triunfos y fracasos y muchas otras aventuras, sientes que tienes la responsabilidad de hacer una crónica o una biografía de todo el espectáculo que ha pasado alrededor tuyo”, comparte el productor. Para él, realizar un libro autobiográfico es una forma de “confrontarse a uno mismo con la verdad; dejar un legado a la gente, a mi familia, a mis hijos y a todos mis contemporáneos. A todos aquellos estudiantes de las carreras de comunicación que creen que todo es ‘glamour”.

Al ser nieto de un soldado republicano español que perdió la guerra (exiliado en México) y de una dramaturga y escritora de temas adelantados a su tiempo; vástago de don Luis de Llano Palmer (considerado el padre de la televisión) y Rita Macedo, su madre, quien fue una figura de la época de oro del cine nacional, a Luis del Llano Macedo le gustaría que el legado de sus nietos estuviera impreso en las páginas de este libro.