En el pasado Salón de Düsseldorf se presentaba el Azimut 55 Fly, todo un desafío de diseño e ingeniería con el que el astillero eleva el liston de una gama dominada por la elegancia y el confort, aportando nuevas soluciones de diseño y una sofisticada tecnología con un magnífico resultado.
Siguiendo las pautas de la gama, el 55 Fly posee unas líneas externas cargadas de fuerza pero conformando un perfil elegante en el que las formas fluyen para combinarse con un interior acogedor dominado por un ambiente de calma sofisticada.
Alcanzar este conjunto armonioso supuso un reto tanto para el astillero como para los dos artifices del proyecto. Por un lado Stefano Righini, responsible de los exteriors y de la definición del concepto, que queda plasmado en una proa capaz de transmitir tension para ir suavizándose con las líneas que se deslizan suaves hacia popa. Cierra el equipo Achillle Salvagni, un famoso arquitecto que ha sabido plasmar en esta unidad su particular estilo tomado de la arquitectura residencial.
Con vistas al mar
Lo que inmediatamente llama la atención en el exterior es la silueta del Flybridge, que se extiende hasta el espejo de popa siendo inusualmente grande, y aprovechando los beneficios de la sección trasera extendida. Esto hace posible, en sus 55 pies, incluir una segunda zona social, protegida de los ojos curiosos, que puede equiparse con dos sofás enfrentados.
Denne historien er fra Diciembre 2018-utgaven av Barcos a Motor.
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