Un mes después del cierre del Monaco Yacht Show, el champagne aún burbujea con los comentarios que elogian la 28 edición del certamen, confirmándose el éxito tanto de la exposición como de las cifras de asistencia.
Con una ocupación casi total del Port Hercules y una gran variedad de unidades expuestas, la organización buscó la homogeneidad a través de zonas temáticas, lo que propició un movimiento más fluido en los pantalanes y stands, permitiendo que el público se centrara en el sector de su interés.
La impresión general fue la de una mejor distribución del visitante, con el consiguiente menor tránsito alrededor del puerto. El número de visitantes fue finalmente de 30.400 personas, un 2% menos que el 2017, consecuencia del objetivo de la organización por alentar los visitantes particulares.
Todo ello en un contexto de cambio para la industria del superyate , con la llegada de nuevos y más jóvenes armadores y gestores de charter.
El entusiasmo y las buenas perspectivas quedaron patentes en muelles y stands desde el principio de la feria, con el comentario generalizado por parte de astilleros y brokers sobre la presencia de un número mayor de visitantes con intenciones de compra, lo que abre la posibilidad de cerrar operaciones posteriores a la muestra.
Denne historien er fra Diciembre 2018-utgaven av Barcos a Motor.
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