TOM SELLECK

Lleva más de cinco décadas de carrera en la interpretación y las acaba de resumir en su libro de memorias, You Never Know. Siempre conocido por su papel en Magnum o en la reciente Blue Bloods, Selleck es una estrella americana de las que ya quedan pocas en el firmamento

- MICHAEL SEBASTIAN

Estaba jugando al béisbol en nuestro pequeño vecindario y rompí una ventana al batear una pelota. Todos nos dispersamos y corrimos, pero mi madre terminó enterándose. Le pregunté: “¿Se lo vas a decir a papá?”. Ella dijo: “No. Se lo vas a decir tú a papá”.

Mi padre no era de los que perdían los papeles. Simplemente me dijo: “Gracias por decírmelo. Te veré por la mañana”. A la mañana siguiente me llevó a casa de los Rockwell. “Llama a la puerta y díselo”, me dijo. Abrió el señor Rockwell y le dije: “Yo soy el que rompió tu ventana”. Él contestó: “Gracias por contármelo”. Entramos en su casa y medimos la ventana rota. Luego mi padre me llevó a la ferretería, compramos un cristal nuevo y volvimos a casa de los Rockwell a cambiarles la ventana.

Cuando dejé la universidad, ya no tenía derecho a una prórroga estudiantil, así que o me reclutaban o me ofrecía como voluntario para el Ejército. Decidí alistarme en la Guardia Nacional del Ejército de California y estuve allí seis años. Estoy orgulloso de ser veterano.

Mi primer papel en televisión fue en un western llamado Lancer.