De asesino a héroe

Montado sobre Pegaso, el semidiós griego fue capaz de vencer a la monstruosa Quimera y a las belicosas amazonas, entre otras hazañas

Por su epopeya, marcada por las grandes proezas y las peores tragedias, Belerofonte es uno de los héroes favoritos de la mitología griega. Su madre era Eurínome y su padre podría haber sido Glauco, rey de Corinto, o bien Poseidón, el dios de los mares. En la Ilíada y otros antiguos libros se le describe como un ser favorecido por las divinidades, quienes lo dotaron de gran belleza, virilidad, fuerza y valentía, entre otras cualidades de semidiós. Su nombre al nacer –de acuerdo con la fuente consultada– era Hipónoo o Leofonte, pero se vio obligado a cambiarlo por el de Belerofonte, al haber asesinado a un corinto llamado Belero. A este homicidio se sumaría el de su propio hermano, Delíades, y por ambos crímenes –involuntarios, se cuenta– debió exiliarse a manera de expiación. –

En búsqueda de purificación por sus culpas, Belerofonte se refugió en Tirinto, donde fue muy bien recibido por el rey Preto. Sin embargo, la esposa de este, Antea, se enamoró del príncipe corinto y pretendió seducirlo, siendo rechazada por él. Por despecho y con falsedad, la reina acusó al visitante con su cónyuge de haber intentado abusar de ella. Petro le creyó y, enfurecido, decidió castigar con la muerte a su distinguido huésped. Pero como las estrictas leyes de la hospitalidad le impedían hacerlo, urdió un plan: lo envió a Licia, donde reinaba su suegro, Ióbates, con la encomienda de entregarle una misiva sellada. En el mensaje, Petro le informaba al monarca licio del acto cometido por el emisario en contra