Desechables Que No Dañan Al Planeta

Ecoshell nació en un aula de clases y hoy es la empresa líder en la industria de desechables. Sus productos, hechos a base de plantas, compiten con los de plástico y unicel al biodegradarse entre tres y ocho meses.

- Ana Lorena Ruiz

Era 2009. Mientras Barack Obama se convertía en presidente de Estados Unidos, Brasil se coronaba como campeón de la Copa FIFA Confederaciones y las canciones de Michael Jackson sonaban en la radio recordando al recién fallecido artista, Carlos Camacho vivía uno de los años más importantes de su juventud, al ser reconocido como Harvard Growing CEO of the Year, tras competir con jóvenes emprendedores de todo el mundo.

En ese entonces, con 21 años, Carlos cursaba la carrera de ingeniería industrial en la Universidad Anáhuac México, que lo recomendó en la convocatoria de Harvard porque gran parte de su idea de negocio había tomado forma en las aulas de la institución, inspirado en materias como desarrollo sustentable. El proyecto por el que fue reconocido, Ecoshell, es hoy la empresa de desechables biodegradables líder de su industria.

Sus productos están hechos a base de fuentes renovables (como fécula de maíz, caña de azúcar, fibra de paja y PLA o ácido poliláctico derivado del almidón), abarcando más de 150 artículos desde cubiertos, vasos para bebidas calientes o frías y platos, hasta contenedores de comida para llevar, servilletas, charolas y popotes. También comercializa bolsas para basura biodegradables y compostables.

Todos se biodegradan de 90 a 240 días (45, en la línea compostable), mientras que los de plástico y unicel tardan de 400 a 1,500 años en degradarse. Además, para fabricarlos se utiliza 88% menos agua y 50% menos energía. Y, ya que no contienen componentes tóxicos, se pueden calentar sin soltar partículas dañinas, a diferencia de como sucede con el unicel.

SIN POPOTE, POR FAVOR