El Toque Caroline

Entrevistamos, En Exclusiva, A Caroline Scheufele, Copresidenta Y Directora Artística De Chopard, En El Pabellón De La Maison, Durante La Pasada Edición De Baselworld. Esta Sibila Supo Predecir El Advenimiento De Un Nuevo Lujo Más Desenfadado, Más Contemporáneo Y, Sobre Todo, Más Transparente.

- Javier Quesada

Con sólo 16 años, siendo una adolescente menuda y de mirada perspicaz, Caroline Scheufele comenzó a trabajar en el pabellón de Chopard en Baselworld, sirviendo café a los clientes, para aprender cómo era el negocio desde abajo. Hoy, 41 años después, sigue conservando la misma figura envidiable, enfundada en un tailleur negro, e idéntica sagacidad; pero la situación ha cambiado completamente: ya no sirve cafés, se los sirven a ella en el pabellón de la marca que copreside con su hermano, Karl-Friedrich Scheufele, de la que es también directora artística, y no tiene nada que aprender porque, de hecho, a estas alturas es de ella de quien aprende el resto de las marcas, ya que Caroline Scheufele ha logrado convertir una marca familiar (sus padres, que aparecen durante un momento de la entrevista, la compraron en 1963) en una maison de lujo, sinónimo de glamour, gracias, entre otras cosas, a su alianza con el Festival de Cannes y la alfombra roja. Pero Chopard es mucho más: es un ejemplo de coherencia y responsabilidad.

¿CÓMO ES TRABAJAR CON TU HERMANO?

Estamos orgánicamente ordenados en la división masculina y la femenina. Cada uno se encarga de su estrategia y, al final, es como el yin y el yang. No sé quién es quién, pero sé que yo soy la ficha negra [risas].

SEGUIR SIENDO PATRIMONIO DE LA FAMILIA, LE HA PERMITIDO A CHOPARD MANTENER SU INDEPENDENCIA. ¿ES ÉSA LA CLAVE DE SU ÉXITO?