Uno de los galardones más importantes que un escritor estadounidense puede recibir es el premio Pulitzer. Es el caso de Elizabeth Strout, la autora de Me llamo Lucy Barton (Duomo), una novela tan magnífica que nos hace dar gracias por dedicarnos a lo que nos dedicamos.
Sus obras han obtenido un gran reconocimiento. Su primera novela fue adaptada como película de televisión, pero ¿qué supuso para usted recibir el premio Pulitzer?
Para mí, ganar el premio Pulitzer significó mucho. No me lo esperaba. Creo que lo mejor que me aportó el premio fue que atrajo a muchos más lectores. No me hizo sentir como si necesitara escribir mejor, porque ya me exijo a mí misma un nivel muy alto de todas formas, pero aumentó mi sentido de la responsabilidad hacia esos lectores.
¿Cuándo supo que quería escribir? ¿Cuándo sintió la necesidad de hacerlo?
Creo que nací siendo escritora. He deseado escribir desde que tengo memoria. Mi madre, que había querido ser escritora, me daba libretas cuando era muy pequeña, y me decía: “Escribe lo que has visto hoy”. Y yo así lo hacía. Y desde una edad muy temprana, pensaba en forma de frases. Desde entonces siempre he sentido que necesito escribir, y aún siento esa necesidad. Pero sabía que tenía que prepararme, y lo he hecho, durante toda mi vida para escribir lo mejor que puedo.
Por su obra se ve que usted es una persona extremadamente sensible y sabe transmitirlo, y me ha fascinado. ¿Cómo lo hace? Cuéntenos su secreto.
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