¿Qué pasa cuando... tomo una siesta?

Independientemente de que le digas “pestaña” o “coyotito”, si el secreto para sobrevivir a tu día es un periodo corto de sueño, la siesta es sagrada. Pero, ¿qué le ocurre a tu cuerpo cuando le das un descanso temporal a tu agitada cabeza?

1 SOÑANDO EN LA OSCURIDAD

“La principal hormona asociada con el sueño es la melatonina, la cual se libera principalmente como respuesta de tu cuerpo a la disminución de luz”, dice la doctora Anna Weighall, psicóloga cognitiva del desarrollo y portavoz de la Sociedad Británica del Sueño. Es la razón por la que te sientes cansada por la noche; sin embargo, la producción de melatonina también se desencadena por los hábitos que asocias con la hora de dormir. “Cuando intentas dormir la siesta a una hora diferente del día, todo lo que asocias con quedarte dormida te ayuda a lograrlo, incluso si esto es sólo estar acostada en tu cama”, agrega la doctora Weighall. Esto se debe a que, mientras que la melatonina aumenta en tu cuerpo a medida que cae la noche, la “noche artificial” (es decir, la oscuridad) tiene el mismo efecto. Así que, no te sientas mal por cabecear en el cine.

2 SÓLO UNA FASE