¿Tendrias un bebé sola?

Para algunas mujeres que desean ser madres, la ausencia de una pareja no es un obstáculo para conseguirlo. Ellasnos revelan lo que aprendieron en el proceso y las preguntas que es indispensable hacerse.

Elena tenía 37 años y estaba soltera cuando empezó a plantearse seriamente procrear un bebé. Se había casado a los 20, luego se divorció y esperaba encontrar al padre de sus futuros hijos durante los treintas. “No conocía a la persona adecuada, pero tenía clarísimo que no quería dejar pasar el tren de mi reloj biológico”.

“Deseaba tener un hijo, pero la duda que me corroía era si quería hacerlo por mi cuenta, sin tener una pareja como apoyo”, recuerda. “Lo pensé durante algún tiempo, pero enterré esta idea y pensé: ‘Hay muchas otras cosas maravillosas en mi vida’”, agrega. Sin embargo, el sueño de ser madre persistía en su cabeza. A los 41, y sin un posible padre para sus hijos en su vida, tuvo un momento de lucidez: “De repente, me dije: ‘Sí, claro que quiero’. Así que pedí cita con el médico”. Después de un ciclo de fecundación in vitro (FIV), Elena se convirtió en la orgullosa madre de un niño de ojos azules, Lucas, que ya tiene nueve meses.

La historia de Elena no es tan infrecuente. Un par de amigas suyas se están sometiendo a un tratamiento de reproducción asistida y hay otra que ya se ha convertido en lo que se conoce como “madre sola por elección”. Las cifras de las clínicas de fertilidad revelan muchas historias similares.