El Reparador De Sueños

Holan le devolvió la esencia a Independiente. Cumplió su misión restauradora, lo coronó con la conquista de la Copa Sudamericana y luego se impuso un paréntesis por cuestiones privadas. Charla a fondo con el DT que hizo historia.

- Diego Borinsky

SABE QUE SU PADRE lo empezó a llevar a la cancha cuando tenía 4 años, pero le cuesta detectar cuál fue su primera vez en la Doble Visera. Recuerda algún partido aislado del Nacional 67, le parece identificar un choque con Argentinos Juniors de 1970, pero tiene registro claro de sus presencias a partir de 1972. De lo que no se olvidó jamás es de su viaje de egresados de la primaria a Villa Carlos Paz, Córdoba, en noviembre de 1973. “En pleno viaje estaba muy pendiente de la final Intercon tinental que jugaba Independiente, y me dieron permiso para quedarme escuchando o viendo las noticias de la tele, no me acuerdo bien. Lo que sí recuerdo como si fuera ayer es que al momento de sentarnos a comer a mí me dieron la cabecera y la directora del colegio, la señora de Capurro, pidió un aplauso para mí porque Independiente le había ganado a la Juventus 1-0. Pidió un aplauso como si yo hubiese metido el gol, como si fuera Bochini o el entrenador del equipo. Son cosas que te quedan para siempre.  

Esto es mágico, ¿entendés? Es tremendo. Es un ejemplo para mostrarte que este de ahora era el sueño de toda mi vida. Lo saben mis compañeros de colegio, mis vecinos de toda la vida, es así desde que estoy en jardín de infantes, no hago ningún verso ni exageración, así soy yo. Y lo expreso con el riesgo que conllevaron todas estas manifestaciones mías… que quizás me termine resultando difícil dirigir en otro club en el país, pero bueno, me pondré un kiosco llegado el caso”.