La Bolsa Y La Vida

Las Divisiones De Accesorios, Con Los Bolsos Como Grandes Protagonistas, Se Han Convertido En La Gallina De Los Huevos De Oro Para Las Casas De Moda. En La Actualidad, Suponen Casi Un Tercio Del Total De La Industria Del Lujo. Y, Gracias A La Fiebre Por La Moda Vintage, Su Futuro Est Asegurado.

- María López

Hace dos años, algunos analistas anunciaron el apocalipsis del it bag, etiqueta creada por las revistas de moda una década antes para definir a los bolsos que, cada temporada, definían el zeitgeist del momento. Eran modelos que, desde el instante en que aparecían sobre la pasarela, se convertían automáticamente en objeto de deseo por parte de las fashionistas. Modelos como el Peekaboo de Fendi, el Balenciaga Motorcicle Bag, el Monogram Collection de Louis Vuitton en todas sus manifestaciones —incluidas las intervenidas por artistas como Takashi Murakami—, el Paddington de Chloé o el PS1 de Proenza Shouler, el Valentino Rockstud y el Bucket Bag de Mansur Gabriel (con meses de espera); a los que luego se añadieron modelos como el Dahlia de Miu Miu, el Puzzle de Loewe —que ha logrado desbancar al gran ícono de la casa, el legendario Amazona— o el Dionysus de Gucci. Cada temporada, se desataba una guerra sin cuartel en busca de la preciada etiqueta “it”. Pero en 2016 algo cambió y una de las biblias del sector, Business of Fashion, alertaba en un artículo titulado Más allá del it bag de que las casas de lujo apostaban por un enfoque “más equilibrado y diversificado de las categorías de productos”, dando mayor importancia a la división de prêt-à-porter.