La Hormiga Que Debera Explicar El Universo

Ant-Man and the Wasp está aquí para demostrar por qué Marvel, después de la devastación de Avengers: Infinity War, hizo bien en poner el destino de todo su universo sobre los hombros de una hormiga.

- Sergio Lopez Aguirre

 El mundo estaba preparado para la llegada de Avengers Infinity War el pasado 27 de abril de 2018. Habían pasado ya seis meses de la última vez que vimos en pantalla a algún Avenger y, gracias al voto de silencio que los hermanos Russo (y Thanos mismo) le pidieron a todo aquel marginalmente asociado con la producción, a todos nos apuraba saber algo de estos héroes encapuchados. La necesidad de los fans de ver el siguiente capítulo en equipo fue evidente: la película rebasó la barrera de los $2,000 MDD, con lo que entró al codiciado top 5 de las películas más taquilleras de todos los tiempos a nivel mundial. Sólo Titanic y Avatar quedaron por encima.

En México también rompió récords: logró el mejor estreno en salas IMAX con más de $5.9 MDP, y se posicionó como la película número uno de todos los tiempos en su apertura. Más de 8.1 millones de personas fueron testigos de la devastación del Titán Loco, la cual tuvo un presupuesto que, aunque no se ha hecho oficial, se dice que deambuló entre los $500 y los mil millones de dólares (que incluye a Avengers 4, –aún sin título oficial– filmada al mismo tiempo).

Por otro lado, la primera cinta en solitario de Ant-Man (2015) –que contó con un presupuesto estimado en $130 MDD–, tuvo una corrida comercial alrededor del mundo que alcanzó los $519 MDD. Nadie podría argumentar que son cifras despreciables; sin embargo, Ant-Man and the Wasp, su secuela, llega a las salas cinematográficas apenas dos meses después del monstruo taquillero de la guerra infinita. Desde cualquier punto de vista, se trata de un peso enorme para la nueva aventura de Scott Lang.