Libérate de los contratos emocionales

Rompe esos lazos que te mantienen atada al pasado sin poder avanzar en lo que realmente quisieras. Libérate de ellos y traspasa tus propios límites.

- María del Carmen López

Hace 10 años Rafael perdió a su padre. Al momento de su partida, él le prometió que cuidaría de su madre y velaría por el bienestar del resto de la familia, en ese momento sin saberlo, firmaba un contrato que al día de hoy le sigue pesando y del cual no puede ni quiere desprenderse.

“Desde ese momento tomé las riendas de la familia, de la salud y la atención médica de mi madre hasta hace unos meses cuando falleció. He cuidado de mis hermanas –que cabe señalar tienen actualmente 50 y 43 años, respectivamente–, pero no ha sido fácil, con la mayor no me llevo bien, no estoy de acuerdo con la vida que lleva, mientras que la menor dejó de trabajar debido a una enfermedad. A veces estoy harto, pero me comprometí con mi padre y responderé hasta el día en que me muera”, dice contundente.

Si bien es cierto que es loable el hecho de que asumiera su compromiso, la realidad es que le ha costado prácticamente la vida, hoy tiene serios problemas en los pulmones, perdió la vista a consecuencia de la aparición de cataratas y ahora depende de una de sus hermanas. No está de más mencionar que cada vez que tiene que hacer algo por sus familiares, antes recita una letanía de cosas que le molestan de ellas, de lo mucho que se esfuerza y lo mal agradecidas que son y cierra su monólogo diciendo “a mí no me interesan, solo lo hago porque se lo prometí a mi padre”.

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