Uno de los ríos más icónicos del país (y del mundo) es el Colorado. Este gigante de más de 2 300 kilómetros ha erosionado el desierto de Arizona y Nevada durante millones de años, lo que ha dado como resultado el espectacular Gran Cañón. Si bien hay muchas maneras de verlo —en helicóptero, sobre plataformas de cristal y a lo largo de cientos de caminatas—, no hay nada como disfrutarlo desde el agua.
En la mañana, un remolque con cinco kayaks transparentes transita por Las Vegas Strip y llama la atención de los transeúntes, quienes probablemente estén más cerca de terminar la noche que de dar inicio a un nuevo día. Nosotros, en cambio, nos dirigimos al río Colorado con la promesa de encontrar una cueva llena de agua color esmeralda.
Bu hikaye Revista Travesías dergisinin Marzo 2020 sayısından alınmıştır.
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Una expedición por la Patagonia
La tierra en la Patagonia está fragmentada.
En kayak por el río Colorado
Con más de 3 200 ríos catalogados como históricos, escénicos, recreativos y hogar de múltiples especies por parte del Inventario Nacional de Ríos de Estados Unidos, no sorprende que los estadounidenses acostumbren viajar corriente abajo, ya sea en cruceros, lanchas, balsas o kayaks.