Tatiana y Andrea Casiraghi - Bohemios y enamorados

Cuando la suerte te favorece lo hace a lo grande; es el caso de la pareja más bohochic de Europa, que cumple unida seis años.

- Por Carolina M. Payán

Con apenas dos kilómetros de extensión sobre las costas mediterráneas, Mónaco ha sido un territorio codiciado desde la antigüedad, por los fenicios pasando por los griegos, italianos y finalmente, los franceses. Pero no fue hasta la llegada de Grace Kelly, el siglo pasado, que el segundo principado más pequeño del mundo después del Vaticano cobró gran relevancia para el planeta entero, cuando la actriz favorita de Alfred Hitchcock se casó con el príncipe Raniero II y atrajo los reflectores de Hollywood a sus costas doradas, dando un segundo aire a las arcas y casinos de Montecarlo.

Décadas después, en 2013, otra mujer de origen latinoamericano inyectó de allure y fortuna a la casa real monegasca de los Grimaldi, cuando Tatiana Santo Domingo desposó al hijo mayor de la princesa Carolina de Mónaco, Andrea Casiraghi, también conocido como el ‘príncipe melancólico’, por su figura estilizada y rostro taciturno, producto de la eterna tristeza que lo acompaña desde el deceso de su padre, el explayboy y rey de los bienes raíces, el italiano Stéfano Casiraghi.

En 2013, Tatiana empezó a colaborar en Small Steps Project, fundación que ayuda a niños de las zonas más pobres del mundo. Además, colabora con la Fundación Motrice, que recauda fondos para la cura de la parálisis cerebral.

De noble desconocido a rompecorazones mundial