NEGOCIOS Y PAÑALES

Convertirte en mamá no tiene por qué ser una limitante para continuar con tu vida profesional: una franquicia puede darte disponibilidad de tiempo y recursos financieros para conformar una gran familia.

- Aline Valdez

Con una carrera profesional exitosa y sin planes de tener hijos, Mirna Quevedo se desempeñaba como gerente regional de una reconocida firma de telecomunicaciones. Después de 10 años de trabajar ahí y de pasar por diversos departamentos dentro de la compañía, las responsabilidades aumentaron y perdió sus horarios fijos. La primera decisión que cambiaría su vida sería la de ser mamá, y la segunda, dejar su prometedora carrera para dedicarse a su pequeña hija.

Si bien tenía planeado no dejar su empleo, un viaje programado tan sólo dos semanas después de haber regresado de su descanso por maternidad la hizo reconsiderar su situación laboral porque no quería dejar a su bebé. Así, decidió dedicarse de lleno a la crianza de Aranza, su primera hija. Seis meses después conoció a la gente de AspidPro, compañía que vende productos para la estética y cuidado de la piel, especializada en la capacitación de cosmetólogas. Después de ese momento, todo cambió.

Aunque Mirna admite que nunca había pensado en adquirir una franquicia, analizó a detalle la propuesta de AspidPro, que se acercó a ella por su trayectoria profesional, y encontró una opción interesante para continuar generando ingresos sin tener que descuidar su rol de mamá.