Leyendas sobre fuego

¿Quién quiere ser rockstar cuando se puede ser cocinero? Para Pepe y Estanis las estrellas están en el firmamento, no en un listado de reconocimientos.

- Por Raquel Del Castillo | ​​​​​​​Fotos: Nancy Granados

Pepe Solla @PepeSolla

Su mezcla perfecta está conformada por la música y la cocina; nos dimos cuenta cuando, después de cocinar, lo primero que hizo fue mirar una guitarra. El gallego se acercó a ella sin titubeo, se la colgó y comenzó a afinar mientras la producción se alistaba para hacerle un retrato. Se trata del heredero de Casa Solla, el restaurante de sus padres Amelia y José, quienes en 1980 consiguieron la primera estrella Michelin, reconocimiento que ha perdurado hasta hoy.

Él es como es, sin prejuicios y con la mente abierta a posibilidades que a veces ni se imagina. En la sala lo demuestra en cuanto llega al comensal uno de sus platos sin descripción previa, sólo con un “que lo disfrutes”. El tenedor del invitado se hunde en el alimento y entra en su boca algo crocante, graso, celestial. Ha comido un poco de corazón de vaca y tripas de bacalao, lo cual, si se lee en una carta, es muy probable que se haga de lado para optar por otra opción.