La vida en una simulación marciana

Media docena de candidatos han pasado ocho meses lejos de la civilización en un programa de aislamiento junto al volcán inactivo Mauna Kea en Hawái. El astrobiólogo Samuel Payler fue uno de esos elegidos y ahora nos cuenta su experiencia en aquel planeta rojo casero.

- Lee Cavendish

El viaje de la NASA a Marte será complicado, pero esta simulación es un paso en la dirección correcta.

¿Qué hizo que la simulación fuera como Marte y cuáles fueron los objetivos de la misión? ¿Qué aprendiste sobre la vida en Marte?

HI-SEASV fue un programa de aislamiento que tuvo lugar cerca del Mauna Kea [un volcán inactivo, en Hawái (EUA)] para estudiar cómo nosotros, como humanos, viviríamos en Marte. Lo que lo convirtió en un entorno similar a Marte era que estábamos por completo aislados del mundo exterior. Sólo éramos seis y esa fue toda la interacción cara a cara que tuvimos durante ocho meses. También tuvimos un retraso similar al de Marte en todas las comunicaciones, lo que significa que había una demora de 20 minutos después de cada correo electrónico enviado. Básicamente no teníamos acceso a internet, así que sólo contábamos con esa pequeña vía de comunicación, el correo electrónico, y con el retraso de 20 minutos, por lo que nos costaba mucho tiempo hablar con alguien adecuadamente. Obteníamos toda la energía de paneles solares y tuvimos que vivir de alimentos que se conservaran por sí mismos, es decir, cualquier cosa que durara una cantidad significativa de tiempo, como pollo liofilizado, vegetales conservados al vacío o, a veces, frutas y verduras liofilizadas. También hubo otros aspectos, como que no se nos permitía usar pesas para hacer ejercicio: teníamos que utilizar bandas de ejercicio.