
El Reino visigodo de Tolosa (Toulouse en francés) vino a responder a un anhelo que los visigodos tenían al menos desde los tiempos de Alarico I allá por finales del siglo iv: un lugar con el que sentirse vinculados y un territorio al que considerar su patria.
Tras la triste muerte de Alarico I, la sucesión de su cuñado Ataúlfo y el peculiar reinado de una semana de Sigerico, entre los años 415 y 418 el rex de los visigodos fue Walia. Este firmó un tratado con el Imperio romano de Occidente que llevó a los visigodos a actuar en Hispania como federados, luchando exitosamente contra vándalos silingos y alanos, quienes habían entrado en la península ibérica junto a suevos y vándalos asdingos en el otoño del año 409. Una vez concluida esta campaña militar, los visigodos quedaron asentados en la parte del sur de las Galias bajo el régimen de la hospitalitas y ocuparon ciudades como Tolosa, la cual se convirtió en sede de la corte y a la postre capital. Consecuentemente, nos encontramos ante lo que sería la auténtica configuración del Reino Visigodo de Tolosa, a pesar de que los romanos no reconocían dicho territorio como de propiedad visigoda.
EL PODER DE TEODORICO I
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LA SOCIEDAD VISIGODA
En la Hispania visigoda, una minoría goda gobernaba sobre una mayoría hispanorromana, fusionándose con su aristocracia. Campesinos, libertos y hasta la Iglesia dependían de señores poderosos, y la nobleza monopolizaba la política y la tierra mientras el rey actuaba como el gran patrono del reino. Este modelo anticipó las dinámicas feudales medievales.

LA JOVEN ARTISTA QUE SOÑÓ CON LA INMORTALIDAD (Y LA ALCANZÓ) MARIE BASHKIRTSEFF
Vivió veinticinco años, una vida corta en la que Marie Bashkirtseff buscó la gloria a través del arte. Y la consiguió, también, gracias a su extenso diario.

EL ESPLENDOR DEL REINO VISIGODO DE TOLEDO
Bajo el reinado de Leovigildo (569-586), el Reino Visigodo alcanzó su máxima consolidación. Con una visión imperial, el monarca transformó Toledo en el centro del poder visigodo, expandió sus dominios, unificó territorios y reforzó la monarquía.

RECAREDO Y EL CONCILIO III DE TOLEDO (589)
En el año 589, el rey Recaredo I culminó la transformación religiosa del Reino Visigodo al abandonar el arrianismo y abrazar el catolicismo. Su conversión, anunciada en el Concilio III de Toledo, simbolizó la unidad entre godos e hispanorromanos.

SPANIA REGIÓN BIZANTINA
Con su sueño de restaurar el Imperio, Justiniano I llevó sus ejércitos a Hispania en 552. Lo que comenzó como una alianza con Atanagildo se convirtió en una lucha feroz entre bizantinos y visigodos, que resistieron hasta expulsarlos definitivamente en 625.

EL INCIDENTE GLEIWITZ, DONDE TODO EMPEZÓ
La víspera de la invasión de Polonia, el ataque por parte de los nazis a una emisora de radio alemana para culpar al país vecino es considerado el primer episodio de la Segunda Guerra Mundial. Allí se registró la primera víctima del conflicto.

EL HUMANISTA VISIGODO SAN ISIDORO DE SEVILLA
San Isidoro de Sevilla fue el gran erudito de la Hispania visigoda. Arzobispo, historiador y autor de las Etymologiae, su legado preservó el saber clásico para la Edad Media. Aliado del rey Sisebuto, fusionó cultura y poder y dejó una huella imborrable en la historia.

VICTOR SEBESTYEN PERIODISTA Y AUTOR DE 'LA REVOLUCIÓN RUSA'
Charlamos con el historiador húngaro a propósito de la publicación de su libro La Revolución Rusa, en el que investiga los orígenes y consecuencias de la caída de los zares y arroja luz sobre un proceso histórico que cambió el mundo.

DOS MUJERES AL SERVICIO DE LAS ALIANZAS POLÍTICAS GALA PLACIDIA Y GOSVINTA
Gala Placidia y Gosvinta usaron el matrimonio como herramienta de poder. Placidia, hija de Teodosio, fue cautiva y luego esposa del rey Ataúlfo, influyendo en la política goda. Gosvinta, casada con Atanagildo y luego con Leovigildo, defendió el arrianismo y enfrentó la conversión católica de Recaredo.