ETERNA, GRANDIOSA Y DE CORAZÓN INTOCABLE GRETA GARBO

Fue la estrella más misteriosa de la época dorada de Hollywood. Seductora y con una sonrisa enigmática, “La Divina”, como la llamaban, llevó una vida muy privada y su retiro del cine, a los 36 años, evitó que el público la viera envejecer. Este 15 de abril se cumplen 32 años de su muerte.

- EUNICE CASTRO ORCHILLÉS

La actriz sueca Greta Garbo nació con el nombre de Greta Lovisa Gustafsson, el 18 de septiembre de 1905, en Södermalm, un barrio humilde de Estocolmo. Sus padres fueron Anna Lovisa Karlsson y Karl Alfred Gustafsson. Fue su tercera y última hija.

Greta era la consentida de su padre y él cariñosamente la apodó Keta. Pero su madre no era amorosa y en casa se vivía un ambiente violento y promiscuo. Un día, Greta dormitaba cuando su padre llegó del trabajo y se acostó en la cama. Anna apareció desnuda con una botella de whisky y le dio varias copas. Karl se quedó dormido.

—¡Eres un borrachín y un fraude como hombre! —gritó Anna enfurecida y lo golpeó en la cabeza con una silla.

Esta íntima y violenta escena permaneció viva durante años en la mente de Greta, quien, aunque de niña asistió a la primaria pública, detestaba los estudios y su madre culpaba a su padre de eso:

—Keta nunca llegará a ser alguien en la vida, al igual que tú. ¡No me extrañaría que fuera una borracha!

Aunque no era buena estudiante, desde los nueve años ella soñaba con ser actriz, por lo que su papá le dijo:

—Keta, me iré de este mundo sin haber hecho nada importante, pero tú, mi niña, lucha por tus sueños.

En junio de 1919 ella se graduó de la escuela y en septiembre cumplió 14 años. Durante ese invierno, una noche notó que su papá no había regresado del trabajo y tuvo un mal presentimiento. Salió a buscarlo cuando de pronto vio un cuerpo tendido.