La alemana que pocos ven

La riesling se abre camino para competir y ganar terreno en el universo de los vinos blancos.

- Arisbeth Araujo

EN EL 2000, EL DIÁLOGO en torno a la uva riesling en México era inexistente. Las referencias que llegaban eran escasas y el conocimiento se reducía a saber que algunos de ellos eran dulces.

Hoy empieza a ganar terreno; sin embargo, sigue siendo una uva poco valorada por el mercado y que necesita diálogo, entendimiento y paladares dispuestos a explorar y eliminar la concepción que se tiene.

"Transmitir lo que realmente es un vino hecho con riesling es complicado. Producir vinos secos y dulces con la misma uva es algo que la gente no entiende fácilmente. No es como una chardonnay, que además de resultar en vinos sólo secos, se encuentra en todo el mundo. La riesling necesita mucha educación. Nuestro principal mercado es el oriental. Su cocina va muy bien con todos los matices de la uva. En Estados Unidos se comienza a entender y en Europa siempre ha estado presente. Sin embargo, sigue siendo una uva que necesita ser explicada para decidir tomarla", dice Cornelius Dönnhoff, cuarta generación de una familia dedicada al cultivo de la riesling.